Le damos una vuelta al Black Friday.
Lo ponemos del revés.
Y vamos a contarte por qué.
¿Qué es el Black Friday?
Muchas modas se han incorporado desde Estados Unidos. Importamos —o más bien, ellos exportan— música, cine, corporativismo, mentalidad y sobre todo, consumismo.
En este caso, el Black Friday —o «viernes negro», que no suena muy bien— se instauró en los años 60 como una costumbre del comercio minorista de hacer rebajas justo el día después de Acción de Gracias. Qué paradójico, ¿no? Damos las gracias y nos ponemos a comprar, en ese orden.
Y, fíjate: se llama así precisamente por el caos del consumo que se produjo ese día en Filadelfia, en concreto, y lo bautizaron… los policías. Escalofriante.
Como otras tantas fiestas, del estilo de San Valentín, en realidad solo sirve para fomentar la billetera, para que no dejes de gastar ni un solo mes del año. Antes de Navidad, el Black Friday, en la cuesta de enero, rebajas hasta febrero. Ya sabes.
Y adivina quién la trajo a nuestro país.
Una pista: fue el de las manzanas de tu móvil o de tu ordenador portátil.
¿Qué es nuestro Friday’s black?
Pues lo contrario. No hacer distinción en un día así. Tenemos los mismos precios que todos los días del año, que son competentes y justos porque la prenda lo vale en cada hito del proceso productivo. Estas prendas que te enseñamos ahora tienen la misma calidad que el resto de sus amiguitas en nuestro catálogo. La única diferencia es que, en un pequeño guiño o bromita al Black Friday, nuestro Friday’s black se viste de negro.
No, no es un luto, tranquila.
Pero en Misley estamos radicalmente en contra de esa política de producción y adquisición, más que nada porque
aspiramos a que nuestras prendas se quedan contigo, si no toda la vida, al menos sí gran parte de ella.
Ese es el motivo de que produzcamos de esta forma que te contamos aquí, con gran cuidado por la selección personal de proveedores, como te contamos aquí, con mimo y cariño, con esa implicación en el proceso de elaboración. Nosotros tocamos las telas, las sentimos, las palpamos… y somos parte de cada ínfimo eslabón de la cadena hasta que llega a las tuyas. A tus manos.
Por eso no somos parte del Black Friday. Pero sí tenemos el Friday’s black. Y, oye. El negro sienta súper bien.
P.D. Además, piensa una cosa: aunque se anuncie como tal, en realidad el Black Friday no son rebajas completas. Es solo una excusa para fomentar ese espíritu de consumo, como te decíamos, pero los descuentos se aplican a poquitas cosas. En Misley fomentamos el ahorro y la calidad, ¡qué le vamos a hacer! Somos chapados a la antigua en algunas cosas, sí, pero solo en las que consideramos mejores.